Ciertamente uno de los métodos que más se utilizan es el método inductivo, por procederse conforme a este a la contemplación de una serie de sucesos de la realidad, y proceder con posterioridad al establecimiento de un conjunto de principios de aplicación general.
Sin embargo, muchos investigadores incipientes, creen que por entender de qué trata el mismo, pueden proceder de forma sencilla a su realización y aplicación a una determinada realidad de estudio.
Siendo esta una afirmación, alejada totalmente de la realidad, ya que el mismo debe de comprender que deben de contemplarse una serie de pasos, para que el método pueda ser llevado a cabo de forma satisfactoria.
En todo caso, no tienes de que preocuparte, nosotros procederemos a continuación a mencionarte y explicarte los pasos para que puedas obtener los resultados esperados.
Observación y registro de sucesos
Ciertamente no puede empezarse el proceso de inducción, sin antes entablar una contemplación integral de los sucesos o bien de los casos particulares, con el fin de que los mismos puedan servir de punto de inicio.
Y es que este es el paso inicial la contemplación de situaciones análogas, y para poder determinar las similitudes es menester en todo caso, que el sujeto se detenga a evaluarla, primero cada una como una individualidad y luego como parte de un todo.
Es por ello, que los investigadores asiduos, manifiestan de forma constante, que el método inductivo amerita la observación y la debida acotación, siendo para esto imprescindible que el autor conozca la técnica adecuada de recabación de datos.
Ya que estas son las únicas que le permitirán conocer con exactitud cuáles son los aspectos debidos que deben de ser estudiados, para evitar con posterioridad incongruencias en la investigación.
El estudio de los datos
Recuerdas que en líneas anteriores te indicamos que el experto debe de conocer las técnicas adecuadas de la recolección de datos, a fin de que realice una debida organización y categorización de los mismos.
Pues bien, ese conocimiento no resulta del todo útil, sino tiene idea de cómo analizarlos, por lo que debe de existir una perfecta congruencia entre la técnica de recolección y la técnica de análisis, verbigracia, si los datos son cuantitativos, estos deben de plasmarse en elementos de tal naturaleza como gráficos o tablas comparativas.
Elaboración de teorías o hipótesis
Ciertamente una vez que se han evaluado los casos, que los mismos han sido estudiados, que se han extraído los elementos más relevantes de estos, y los análisis respectivos han sido establecidos.
El experto puede proceder al establecimiento prudente de una hipótesis, e indicamos el término prudente, por fijar posición ante una de las limitaciones más marcadas del proceso inductivo.
Y es que este conlleva una serie de procesos cognitivos que en la mayoría de los casos, no gozan de cierta relevancia científica, por lo que no pueden ser las conclusiones extraídas de los mismos, consideradas del todo conocimiento cierto.
Realizar un experimento
Dependiendo de la realidad con la cual el investigador haya decidido trabajar, es posible, el proceder de este paso, ya que es la única forma, conforme a la cual la hipótesis puede ser comprobada y sentada como teoría.
Es así, como dependiendo del interés del investigador y de los recursos con el mismo cuente para llevar a cabo el proceso investigativo, es menester tomar en cuenta si se resulta posible o no la ejecución del experimento.
Para ello debe de comprender que deben de recrearse en el fenómeno sometido a la evaluación las mismas circunstancias semejantes que presenta el resto de los fenómenos evaluados y que contribuyeron a la formulación de la hipótesis, para así mantener un hilo investigativo coherente.