Uno de los aspectos más intricados para el estudiante, a la hora de desarrollar un trabajo investigativo, puede ser el inicio del mismo, es decir, el mismo no sabe por dónde empezar.
Si bien es cierto, que abunda en gran medida, páginas de internet donde te indican que todo trabajo inicia con el planteamiento del problema, no son muchos los datos o consejos que te brindan para la realización del mismo.
Es por ello, que hoy te hemos preparado, una breve guía o bien una serie de pasos, que te ayudarán a despejar de toda duda, y a plantear un problema de estudio de forma correcta.
Despejemos dudas: ¿Qué es el planteamiento del problema?
Antes que nada debes de saber, que todo trabajo investigativo se compone de una serie de pasos y etapas formales que cumplir, en la primera sección el problema, hallaras el planteamiento y la formulación del problema, expresiones que suelen ser confundidas.
Pues bien, el planteamiento, no es más que la especificación del objeto de estudio, es decir, la delimitación del fenómeno en su propia realidad constitutiva, formado por sus orígenes, es decir, causas, las relaciones causales que el mismo pueda inmiscuir y las consecuencias.
Es por ello, que la correcta formulación del problema, garantiza una buena estructura del trabajo y la selección correcta de los métodos, ahora bien, si presentas dudas sobre cómo realizarlo, presta atención a nuestros consejos.
De lo macro a micro
Esta expresión suele ser muy empleada por los expertos en metodología, para hacer referencia al hecho, de que debe de tomarse el problema en toda su extensión, en un principio, es decir, el mismo, debe de ser evaluado de forma general en su contexto.
Esto se comienza con una descripción genérica de lo que se aprecia, y de forma posterior, se va resumiendo o bien especificando, cual es el aspecto del fenómeno o bien porción de la realidad, que en sí, será objeto de estudio.
Es decir, primero comienzas con el relato de los aspectos generales y circunstancias comunes que puede este fenómeno presentar, hasta llegar a una puntualización o bien especificación de sus áreas a contemplar.
Este paso es necesario, para poder conocer con exactitud, que es lo que vas a estudiar, ya que la mente humana conoce de límites, y solo puede atender un problema a la vez, por lo que debes de resumir en aspectos tangibles el problema a tratar.
Explicar situación actual
Una vez que has resumido o bien puntualizado el problema, debes de proceder a describir su estatus actual, o lo que es lo mismo, debes de puntualizar el estado en el que se encuentra al momento del estudio.
Ya que como sabrás existen muchos aspectos que puede un solo fenómeno contemplar, pero a todo investigador le interesa aquellos que están sucediendo al momento, que son desconocidos y que reclaman su atención.
Es por ello, que debes iniciar de lo general a lo particular, ya que nada vale, agotar un estudio en hechos pasados o bien en acontecimientos ya realizados que no aguardan interés y que por ende no pueden aportar conocimientos útiles.
Indicar elementos relacionadas con el problema
No basta con solamente señalar, el problema, si algo te ayudará a proceder de forma satisfactoria en tu trabajo, es la correcta indicación de los aspectos que le pertenecen.
Es decir, del conjunto de realidades que le secundan, o bien de los demás fenómenos que puedan formar parte de su existencia y que de una forma u otra, puedan contribuir con su aparición.
Recuerda que vivimos en universo, donde por mucho que cada cosa sea una entidad, las mismas no deben de ser consideradas aisladas, es así, como estas, deben al momento de platearse señalarse con todas sus aristas.
Aportar datos estadísticos
En algunos casos, ello puede resultar de suma ayuda, y es que dichos datos cuantificables, pueden colaborarte con la correcta formulación, ya que los mismos pueden ayudarte a evidenciar aspectos de la realidad por demás tangibles y tratables en métodos.